LOS MANDAMIENTOS DE ESPAÑA
Dicen que locos y niños
hablan siempre la verdad:
la lengua de un niño loco
debe ser la más veraz.
Un niño demente había,
que en medio de achaque tal,
iba, sin embargo, dócil
a la escuela del lugar.
El maestro, que observó
que era el loco algo capaz,
quiso que de la doctrina
supiese lo principal.
—¿Cuáles son, le preguntaba
un día para probar,
los mandamientos de Dios
que rigen la cristiandad?
—A los hombres, dijo el chico,
diez impuso en general,
y después a las naciones
otros en particular.
Dios manda que España tenga
trono firme y libertad,
montes, caminos, marina...
y el peñón de Gibraltar.
Juan Eugenio Hartzenbusch