MIRAR Y BESAR
Me gustaría mirarte eternamente,
sin preocuparme del tiempo,
ni de que llueva, ni de que tenga hambre,
mirarte toda entera, hasta donde
escondes tu magia, la que detrás de ti me lleva.
Mirarte desde tú más bella arruga
hasta el área de piel más suave,
mirarte toda y después besarte,
besarte todo tu ser, como a una paloma ajada,
y no terminar tampoco de besarte
y sentir tu piel en mis manos y en mi piel.
Felipe Evaristo Gómez Pescador