Creo en Dios y en el Ateísmo.
Contemplo los granos de arena de la playa
En la yema de mis dedos,
Y las estrellas del universo
En la retina de mis ojos.
Todo lo material cabe en mis retinas.
Mi cristalino deforma la realidad
Para que toda ella quepa dentro de mí.
Mi conciencia deforma la realidad
Para que toda ella quepa en mi subconsciente.
Soy una puta película fotográfica que
Todo lo absorbe, lo deforma.
Destruyo todo lo que pienso con palabras.
Mi mente se alimenta de realidad.
Mi cerebro es antropófago y se alimenta
De sus semejantes y los convierte en si mismo.
No existe en mí, ni el más mínimo atisbo de
crítica.
Me alimentó de los pensamientos de los demás.
Como un virus soy incapaz de reproducir mis
Propias ideas.
Soy un parásito mental, incapaz de digerir la historia.
Es demasiado largo el laberinto, prefiero curiosear
En los laberintos que tirar del hilo que muestra
La salida.
Porque una salida está construida por un
Hombre y solo conduce a un hombre.
No me interesa la solución más que la pregunta.
Soy un papel en blanco, pero el papel es tan
Importante como lo que se escribe en él.
Estoy de acuerdo con todos, en cualquier cosa,
Y en cualquier momento, o no.
Soy el envase de una persona.
Vivo en el desértico intermedio.
Todo o nada
Quiero ser todo, me conformo con nada.
No llevo nada en los bolsillos de mi mente.
Solo polvo y viento.
Estoy de acuerdo con todos y con nadie.
La materia o el espacio.
El tiempo estúpido entre mi nacimiento y mí
Muerte.
Las espirales absurdas de la trayectoria
De mis pies a lo largo de mi vida.
El aleteo vacío de una mosca que vive 3 días.
Lo que pienso yo,
Lo que piensan los demás,
La misma grandiosa y banal respuesta a la
Que todos llegamos.
Es diferente y es la misma.
Calcino todas las palabras abstractas de mi
Mente y las escupo en una hoja.
Sirven para mucho y no sirven de nada.
Colaboro con mi mente a distancia con los
Países del otro mundo.
Destruyo civilizaciones antecesoras de la mía.
Desprecio costumbres ajenas que hago mías.
Desayuno en una plaza todos los días con
Alguien que no conozco.
Disparo a bocajarro en la boca de lo absurdo.
Aborrezco y deseo la poesía occidental.
2000 años de capas superpuestas que nos alejan
De la realidad.
Contamino los parajes naturales que venero.
Contraigo la enfermedad de los pobres.
Poseo la enfermedad de los ricos.
En medio de esta maraña, todo da igual.
Me avergüenzo de lo que escribo y de por qué lo escribo,
Y de cómo lo escribo.
No sigas leyendo, no merece la pena.
No tiene sentido.
¡Despierta!
Aférrate a una personalidad. Es mucho más fácil.
Acuéstate con el sentido común y procrea ideas
Que valgan la pena.
No entres en este sueño.
No vale la pena.
Solo descansa y déjate llevar.
Aparca, sal del coche, levántate y camina.
Haz lo que te dicen y lo que quieras.
Para.
Deja algo de papel en blanco para los demás.
Deja árboles, y ríos, y mar para los demás.
Abandona la estación. No mires atrás.
O mira si quieres.
En estos versos hay algo que intuyo.
Quizás algún día descubra lo que es.
Quizás no.
Pablo Ruoppolo