Luis Carlos López (1883-1950)
Menú de poemas por TÍTULO y primer verso
A la intemperie mi alma. —¿Quién me abriga
¡Adiós, rincón nativo! Me voy y mi pañuelo
¡Ah, mi querido Padre!... ¡Qué bien estoy en esta
¡Ah, noble San Ciriaco!... ¡Tú fuiste un gran sujeto!...
Arteria principal en los anales
Bien sabéis, adorable Rosalbina
¡Bien venido a la tierra del cangrejo
Bostezo, mientras fumo un cigarrillo
Caballeros amables, señoras discretas
Campesina, no dejes de acudir al mercado
Cantan las esquilas en el campanario
Ceñido flux de pederasta, flor
¡Cielo y mar, cielo y mar!... Indiferente
Conoce, pues trajina por pueblos y caminos
...¡Conque me van a coronar!... ¿Se ha visto
Cruza el arroyo el solitario entierro
...¡Cuántas mujeres, cuando muera
De seguro que cuando llegue la Noche Buena
De tiempo en tiempo, "en el abril florido"
Desde mi cuarto miro la plazuela
Domingo de murria, de holgazanería
Duerme, tumbada al sol, sin un deseo
El Alcalde, de sucio Jipijapa de copa
El barbero del pueblo, que usa gorra de paja
En esa oscura calle que pudiera
Es fatídicamente el ojo tuerto
Flota en desbordamiento de cascada
Flota en el horizonte opaco dejo
Frente a mi casa vive un zapatero
HAY QUE COMER CARNE DE GATO...
La banda —es una murga de arrabal—
La banda inicia un vals... Del campanario
La choza que se mira en el camino
La cigüeña, la clásica cigüeña
La esposa del banquero, flaca y fría
La luna es un medio mamey: asoma
La mañana de invierno, una mañana
La pena desigual de mi bolsillo
La población parece abandonada
La rústica plazuela del poblacho
La sombra que proyecta mi aposento
Las casitas de campo, las casitas
Lector: En la pendiente del camino
Llamada así porque hubo allí un convento
Los mismos rudimentos de hace tres siglos... Nada
Me coronaron... ¡Ay! me han coronado
Me pide Ud. mi autógrafo. Y la idea
Mi buen amigo el noble Juan de Dios, compañero
Muchachas solteronas de provincia
Naturaleza irónica que ofreces
Noble rincón de mis abuelos: nada
Noche de pueblo tropical: las horas
¡Oh, luna, que hoy te asomas al tejado
¡Oh, que alegre gentil y esplendorosa
¡Oh, qué moza flexible y sandunguera
¡Oh, si pudiera, noble camarada
¡Oh, viejo bodegón, en horas gratas
Para libar el jugo de agrios vinos
Pasamos a unos metros de un islote
Penetra por la cruz de mi ventana
Persigo entre las ruinas de una calle
Pesia mi que non porto sino dieta
¡Pobre casa de mis antepasados!
¡Pobre San Agustín del alma mía!...
Pobre y más que imposible vestido provinciano
Por un mendrugo tiene que plañir
Primavera que ríe, Primavera que pierde
Procura, mientras muere la mies en la cizaña
¡Que matrimonio para mi aldea!
¡Qué situación la tuya!... ¡Qué situación la mía!
¡Qué tristeza más grande, qué tristeza infinita
¿Quién interpreta el alma de una esquina
Quise, buscando un poco de pureza
Rascacielos, enormes rascacielos, que al paso
Riñón de la ciudad, roto avispero
Satán, te pido un alma sencilla y complacida
Se murió Casimiro el campanero
Seguí después por el atajo... Y sigo
Siento el paisaje. Pero la vecina
Sobre una giba de la cordillera
Sucia, sin empedrar, desnivelada
Tarde sucia de invierno. El caserío
...Te quiero mucho. Anoche, parado en una esquina
Tu organillo triste, tu organillo viejo
Un pedazo de luna que no brilla
“¡Viva la paz, viva la paz!”...
...Y el cochero de punto, de chistera
Y el ómnibus senil, con su cortina