José Antonio Ramos Sucre (1890-1930)



Menú de poemas por TÍTULO y primer verso



Arturo Capdevila autores / authors Pedro Salinas




A UN DESPOJO DEL VICIO

A UNA DESPOSADA

Agonicé en la arruinada mansión de recreo, olvidada en un valle profundo

Amo la paz y la soledad; aspiro a vivir en una casa espaciosa

ANALOGÍA

ANTÍFONA

Asisto en el coliseo romano al sacrificio de los mártires sublimes

AZUCENA

BAJO EL VELAMEN DE PÚRPURA

BAJO LA RÁFAGA DE ARENA

Bebedizos malignos, filtros mágicos, ardientes misturas de cantárida

CANSANCIO

CARNAVAL

CEREAL

CREPÚSCULO

Cualquier invención de mi enfermizo numen desluciría las páginas de este álbum

Cuando la muerte acuda finalmente a mi ruego y sus avisos me hayan habilitado para el viaje solitario

¡Cuánto recuerdo el cementerio de la aldea!

CUENTO DESVARIADO

DE LA VIEJA ITALIA

DE PROFUNDIS

DISCURSO DEL CONTEMPLATIVO

DUELO DE ARRABAL

EDAD DE PLATA

El almirante de la escuadra pisó el templo

EL ALUMNO DE TERSITES

EL ALUMNO DE VIOLANTE

EL AÑO DESIERTO

EL ASNO

EL AVENIMIENTO DE SAGITARIO

EL AVENTURERO

EL BEJÍN

El caballero, de rostro famélico y de barba salvaje

El caballero de túnica de grana, la misma de su efigie de mártir

EL CABALLERO DEL LUCERO

El caballero Leonardo nutre en la soledad el mal humor que ejercita en riñas e injurias

El caballero sale de la iglesia a paso largo

EL CANTO ANHELANTE

EL CAPRICORNIO

EL CASTIGO

El castillo surge a la orilla del mar

EL CASUISTA

EL CIEGO

EL CIEGO INFALIBLE

El cincelador italiano trabaja con el arcabuz al lado

EL CIRUJANO

EL CLIMA DEL NOPAL

EL CONVITE

EL CRISTIANO

EL CRUZADO

EL CULPABLE

EL DERROTERO DE CAMÕENS

El desafuero de los habitantes afeaba la fama de aquella tierra amena

EL DESESPERADO

El desfile de los días morosos, enlutados por el invierno

EL DONAIRE

El doncel indiferente pregona desde una balsa los cereales de la campiña

EL DUELO

EL EMIGRADO

EL ENSUEÑO DEL CAZADOR

EL EPISODIO DEL NOSTÁLGICO

El ermitaño cuenta los sucesos y prodigios del amor y se incorpora

EL ERROR VESPERTINO

EL ESCOLAR

EL ESPEJO DE LAS HADAS

EL EXTRANJERO

EL EXTRAVÍO

EL FAMILIAR

EL FESTÍN DE LOS BUITRES

El follaje exánime de un sauce roza, en la isla de los huracanes, su lápida de mármol

EL FUGITIVO

El galán quedó tendido en el suelo de nieve, entre los árboles disecados por el invierno

El gentil hombre pinta a la acuarela una imagen de la mujer entrevista

EL HERBOLARIO

EL HIJO DEL ANCIANO

El hombre de inteligencia rudimentaria salió a cazar lejos de su llanura inundada

El infante de los reyes proscritos fue abandonado en un esquife

EL JUSTICIERO

El licenciado escribe una breve novela de equivocaciones y de casos imprevistos

EL MALCASADO

EL MANDARÍN

EL MENSAJERO

El monje vive en la caverna, originada de pretéritos asaltos del mar

EL NÓMADE

EL OLVIDO

El país de mi infancia adolecía de una aridez penitencial

EL PÁRAMO

EL PEREGRINO DE LA FE

El prado fenece en una arboleda

EL PRESIDIARIO

EL PROTERVO

EL RAJÁ

EL RAPTO

EL REBELDE

EL REINO DE LOS CABIROS

EL REMORDIMIENTO

EL RENCOR

EL RESFRÍO

EL RETORNO

El revuelo de las golondrinas impide la serenidad de la mañana celeste

El rey desvariado preside la corte y juzga las controversias al pie de un álamo de plata

El rey libraba sus mandamientos desde el pie de un sicomoro

El rey inmoderado nació de los amores de su madre con un monstruo del mar

El rey sabe de los motines y asonadas provocados por los descontentos en torno de la misma capital

EL REZAGADO

EL RITO

EL ROMANCE DEL BARDO

El sacerdote refiere los acontecimientos prehistóricos

EL SAGITARIO

EL SELENITA

El solitario divierte la mirada por el cielo en una tregua de su desesperanza

El solitario lamenta una ausencia distante

EL SOLTERÓN

EL TALISMÁN

EL TEJEDOR DE MIMBRES

El teólogo se había tornado macilento y febril

EL TESORO DE LA FUENTE CEGADA

El tiempo es un invierno que apaga la ambición con la lenta, fatal caída de sus nieves

El topo y el lince eran los ministros de mi sabiduría secreta

EL TÓTEM

EL VALLE DEL ÉXTASIS

El vendaval riguroso, nacido en el secreto de un páramo

EL VÉRTIGO DE LA DECADENCIA

EL VIAJE DE HIMILCÓN

El visionario me enseñaba la numeración valiéndose de un árbol de hojas incalculables

ELAINA

ELOGIO DE LA SOLEDAD

En la pobre vivienda de suelo desnudo, alumbrada con una lámpara mezquina

ENTONCES

ENTRE LOS BEDUINOS

ENTREVISIÓN DEL PEREGRINO

Estaba inerme por efecto de la porfía secular con el burgués y el villano

Estoy glosando el paisaje de la Ilíada en donde los ancianos de Troya confiesan la belleza de Helena

FANTASÍA DE LA ESTACIÓN ADVERSA

Fausto quiere pacificar su curiosidad, encontrar razones con que explicar

Fijamos la tienda de campaña en el suelo de arena, invadido por el agua de una lluvia apacible

FRAGMENTO APÓCRIFO DE PAUSANIAS

FULMEN

GEÓRGICA

Gratitud más que amor siento por esa adolescente que cada tarde

Había pedido la seguridad y el atrevimiento después de sacrificar a su mujer

Había recibido del cielo el presente de una belleza infausta

Había resuelto esconderse para el sufrimiento

He leído en mi niñez las memorias de una artista del violoncelo

He recorrido el palacio mágico del sueño

He recorrido el territorio de Elsinor para allegar noticias acerca de Ofelia

He seguido los pasos de una mujer pensativa

He soñado con la beldad rubia. Miro su despejo y siento su voz

HESPERIA

Huía ansiosamente, con pies doloridos, por el descampado

ISABEL

La adolescente viste de seda blanca

LA ALBORADA

La aldea en donde pasé mi infancia no llegaba a crecer y a convertirse en ciudad

LA ALIANZA

LA ALUCINADA

LA AMADA

LA BALADA DEL TRANSEÚNTE

La borrasca nos había separado del rumbo, arrojándonos fuera del litoral

LA CÁBALA

LA CAÑONESA

La castellana recorre el bosque

LA CIUDAD

LA CIUDAD DE LAS PUERTAS DE HIERRO

LA CIUDAD DE LOS ESPEJISMOS

LA CONVERSIÓN DE PABLO

LA CUESTACIÓN

LA CUITA

La dama singular y gentil se disponía a comunicarme esa tarde la confidencia prometida una y otra vez

La doncella se asoma a ver el campo, a interrogar una lontananza trémula

LA ESPÍA

La golondrina conoce el calendario, divide el año por el consejo de una sabiduría innata

LA GUERRA

La hermosa ha regresado de muy lejos

La hermosa hablaba de la incertidumbre de su porvenir

La hermosa vela y defiende mi vida desde un templo orbicular, rotonda de siete columnas

LA HIJA DE VALDEMAR

LA HUELLA

La imagen de las torres se dibujaba en el mar

LA INSPIRACIÓN

LA ISLA DE LAS MADRÉPORAS

LA JUVENTUD DEL RAPSODA

La luna, arrebatada por las nubes impetuosas

LA MERCED DE LA BRUMA

LA MESNADA

La música del clavecín, alivio de un alma impaciente, vuela a perderse en el infinito

La nave tenía el nombre de una flor y de un hada

LA NOCHE

La noche disimulaba el litoral bajo, inundado

LA PENITENCIA DEL MAGO

LA PEREGRINA DE LA SELVA PROFÉTICA

LA PLAGA

LA PRESENCIA

LA PRESENCIA DEL NÁUFRAGO

LA PROCESIÓN

LA REDENCIÓN DE FAUSTO

LA RESIPISENCIA DE FAUSTO

LA SALVA

La selva había crecido sobre las ruinas de una ciudad innominada

La sonámbula sufría de la perfidia de un amante

LA SUSPIRANTE

LA TABERNA

La tempestad invade la noche

LA TRIBULACIÓN DEL NOVICIO

La veneciana altiva de tez nevada, escucha las barcarolas desde la azotea de su mansión bizantina

LA VENGANZA DEL DIOS

LA VERDAD

LA VIDA DEL MALDITO

LA VIDA MORTECINA

La virgen de la espada al cinto visita el remanso profundo para ver la imagen de su galán

La virgen duerme el sueño invariable en su ataúd de vidrio

LA VISITA

LA ZARZA DE LOS MÉDANOS

LAS ALMAS

LAS FUENTES DEL NILO

Las mujeres fugitivas se prosternan a los pies del rey y se expresan en voces entrecortadas

LAS RUINAS

LAS SUPLICANTES

LECCIÓN BÍBLICA

Leonardo da Vinci gustaba de pintar figuras gaseosas, umbrátiles

LIED

Los árboles, de columna desnuda, esparcen hacia arriba una armazón vigorosa

Los brujos del yermo se escondían a pasar los meses de la nieve en los senos del monte

Los campesinos se retraían de señalar el curso del tiempo

Los colores vanos del alba me indicaban la hora de asistir al oficio de difuntos

Los dolientes, portando ramos de ciprés, hollaban el camino de los sepulcros

Los enanos forjaban tridentes para las divinidades marinas

Los espinos llenan, desde el pórtico en ruinas, la hondonada

LOS GAFOS

LOS HEREJES

LOS HIJOS DE LA TIERRA

Los huérfanos se han formado en las pradera libres

Los labradores se detuvieron a escuchar el ruido

LOS LAZOS DE LA QUIMERA

Los libertinos disparaban en una risa abundante al lanzar con el pie

Los moradores de aquel pueblo extrañaban la facilidad

Los nómades, reducidos a la indigencia, habían fijado su tienda de campaña

Los pinos aparecen humildes al pie del palacio que alzaron con exaltación de aves

Los salvajes miran una mueca en el rostro de la luna

Los valentones convinieron el duelo después de provocarse mutuamente

LUCÍA

MAR LATINO

MARGINAL

Me habían traído hasta allí con los ojos vendados

Mi alma se deleita contemplando el cielo a trechos azul o nublado

Mi compañero, inspirado de una curiosidad equívoca y de una simpatía vehemente

Mi vida había cesado en la morada sin luz, un retiro desierto, al cabo de los suburbios

MIÉRCOLES DE CENIZA

MITO

NOCTURNO

Nos proponíamos visitar a un reyezuelo timorato. Pendía del asentimiento de la Gran Bretaña

Nos recogíamos en un cauce labrado por las aguas de la lluvia

Nosotros constituíamos una amenaza efectiva

OCASO

OFIR

OMEGA

Pábulo hasta entonces de la brutalidad, ignorante de la misericordia y del afecto

Para entrar en el reino de la muerte avancé por el pórtico de bronce

PENITENCIAL

Podría fingirse el aspecto de Moisés con sólo recordar los días de la historia

Por los cristales viejos y manchados entra la luz a la oficina de trabajo

Prebenda del cobarde y del indiferente reputan algunos la soledad

PRELUDIO

Quedé solo con mi hijo cuando la plaga mortífera hubo devastado la capital del reino venido a menos

Quise hospedarme solo en la casa de portada plateresca

Recibí advertimientos numerosos de origen celeste cuando empezaba a iniciarme

RENACENTISTA

RÚNICA

Salía de mi celda, en anocheciendo, a juntar limosnas para el enterramiento

SANTORAL

Sentía bajo mis pies la molicie del musgo de color de herrumbre

Siento, asomado a la ventana, la imagen asidua de la patria

SIGLO DE ORO

Silvio resiste difícilmente el ingenio de Beatriz. Las burlas irritan al galán presumido

Sobresale en el concurso de los fieles ingenuos por la severa majestad

Su veste blanca y de galones de plata sugería la estola de los ángeles y las galas primitivas del lirio

Subí la escalera de mármol negro en solicitud de mi flecha, disparada sin tino

SUEÑO

Sueño que sopla una violenta ráfaga de invierno sobre tus cabellos descubiertos

TÁCITA, LA MUSA DÉCIMA

Teseo persiguió el ejército de las amazonas, cautivó su reina y la sedujo

Thais era una cortesana de la antigüedad

TRANCE

Tu suerte infundía el pesar de una ilusión anulada, de una felicidad escapada y distante

Un ave espectral, imagen de la pesadumbre y del sacrificio

Un ciprés enigmático domina el horizonte de mi infancia

Una amante pérfida me había sugerido en el deshonor

Una crónica inicia el episodio de un aventurero desengañado de sus correrías y lastimado

Una luz febril recorría los cielos en la noche del viernes santo

Una mirada involuntaria había despertado la pasión

Una muchedumbre de hormigas había practicado sus galerías en el suelo de nuestra tienda de campaña

Una mujer de facciones imperfectas y de gesto apacible obsede mi pensamiento

Unas aves negras y de ojos encarnizados se alojaban entre los mármoles derruidos

Unas rayas de buril bastarían para el trasunto del paisaje elemental

Unos jinetes bravíos me escoltaban durante la visita al país de las ruinas legendarias

VESTIGIO

VICTORIA

VISLUMBRE DEL DÍA ACIAGO

Vivía solo en el aposento guarnecido de una serie de espejos mágicos

Yo abría las ventanas de la cámara desnuda y fiaba el nombre de la ausente

Yo adolezco de una generación ilustre; amo el dolor, la belleza y la crueldad

Yo cultivo las memorias de mi niñez meditabunda

Yo era el senescal de la reina del festín

Yo era un prelado riguroso

Yo escuchaba sollozos a través del sueño ligero y variable

Yo estaba perdido en un mundo inefable

Yo estaba proscrito de la vida. Recataba dentro de mí un amor reverente

Yo gustaba de perderme en la isla pobre, ajena del camino usual

Yo había escapado a la saña de mi enemigos, retirándome dentro del país

Yo había pasado la mitad de la noche a la vista de las frías constelaciones

Yo había perdido la gracia del emperador de China

Yo había perdido un año en ceremonias con el rey del país oculto

Yo lo veía diariamente sentado a la puerta de su choza y con la cabeza entre las manos

Yo me esforzaba en subir el curso de un río

Yo me extravié, cuando era niño, en las vueltas y revueltas de una selva.

Yo me había avecindado en un país remoto, donde corrían libres las auras de los cielos

Yo me había internado en la selva de las sombras sedantes

Yo no pisaba las huellas del cazador extravagante

Yo no podía sufrir la vivienda lóbrega y discurría por la vega de la ciudad escolar

Yo no sabría distinguir, en las cartas más fieles de los náuticos

Yo pertenecía a una casta de hombres impíos

Yo quisiera estar entre vacías tinieblas

Yo rastreaba los dudosos vestigios de una fortaleza edificada, tres mil años antes

Yo regaba de lágrimas la almohada en el secreto de la noche

Yo rodeaba la vega de la ciudad inmemorial en solicitud de maravillas

Yo subía despacio la escalera de piedra y descansaba a mis solas en una silla grave

Yo velaba en la crisis de la soledad nocturna

Yo visitaba la selva acústica, asilo de la inocencia

Yo visité la ciudad de la penumbra y de los colores ateridos y el enfado

Yo vivía a la sombra de una iglesia en la ciudad devota

Yo vivía en un país intransitable, desolado por la venganza divina

Yo vivía en una ciudad infeliz, dividida por un río tardo, encaminado al ocaso

Yo vivía feliz en medio de una gente rústica

Yo vivía perplejo descubriendo las ideas y los hábitos del mago furtivo

Yo vivía retirado en el campo desde el fenecimiento de mi juventud

Yo vivo a los pies de la dama cortés, atisbando su benigna sonrisa de numen